Muchas personas dejan a sus perros en pensionados antes de irse de vacaciones y al volver se encuentran con que no han querido comer o están muy tristes a pesar de estar bajo excelentes cuidados. En muchos casos llevarle contigo de vacaciones solo requiere de algunos preparativos extra para acondicionar el coche; esto, por supuesto, si vas a un sitio donde te permitan llevar animales. El hecho de compartir este tiempo libre con su “hermano” canino suele ser una experiencia muy gratificante para los niños.
El perro debe reunir ciertas condiciones para que tú y él puedan disfrutar del viaje. Hay muchos perros que vomitan cuando suben a un coche. Para tratar de solucionar esto te conviene comenzar a dar paseos muy cortos y luego bajar a tomar un poco de aire. Si puedes llevarle así al parque a pasear, por ejemplo, es una buena forma de crear una asociación positiva en el perro. Si notas que va tolerando mejor los trayectos cortos, comienza a ir un poco más lejos hasta que notes que ya no le molesta. Algunos perros necesitarán medicación contra los mareos antes del viaje para evitar los molestos vómitos en el coche. Para esto recurre a tu veterinario para que te indique qué es lo mejor. Generalmente se usa dramamine o acepromazina, pero también puedes recurrir a las Flores de Bach (rescue remedy + mímulus) o la homeopatía.
Algunos perros se asustan mucho al subir al coche, pues no están acostumbrados o solo suben para ir al veterinario o al pensionado. Si quieres evitar que se mueva y llore todo el camino, entrénalo con el sistema de viajes cortos a lugares agradables. Llévale sujeto, ya sea con cinturón de seguridad, con arnés o con una barrera, para que se sienta más seguro y para que se acostumbre a quedarse quieto en el asiento. Procura hablarle con calma y acariciarle durante el trayecto para que asocie el auto con algo placentero.
Si a tu perro le gusta viajar en coche o has podido solucionar los problemas que mencionamos antes, ahora debes pensar en el equipamiento para el viaje. Existen diferentes modelos de platos colapsables o botellas con bebedero incluido que son muy prácticas para llevar agua en viajes largos. Lleva también algún juguete favorito para el camino, así se entretiene y se mantiene quieto. Asegúrate de llevar su pienso de siempre, ya que no querrás encontrarte con que no lo consigues a donde vas de vacaciones. Recuerda que algunos perros son muy sensibles a los cambios de alimento y pueden acabar con una diarrea. Si el viaje es corto te conviene no darle de comer antes de salir para evitar algún malestar y alimentarle al llegar a destino. Esto también ayudará a que se sienta a gusto en el lugar a donde vayas. Por supuesto no olvides los certificados de vacunas, su collar y correa y, por las dudas, una cuerda o cadena para atarle si fuera necesario. Si eres de los que cuida celosamente su coche, existen mantas para los asientos que los mantienen libres de pelos, tierra o arena.
El último punto importante es la seguridad en el coche. El perro debe viajar atado, pues en caso de accidente su cuerpo puede salir despedido y convertirse en un proyectil que pone en riesgo tanto su seguridad como la de todos los pasajeros. Hay distintas formas de seguridad para viajes:
- Transportines para coche: si el perro está acostumbrado a este tipo de encierro, esta es una buena forma de viajar, pues allí se sentirá contenido y podrá moverse y relajarse a gusto. No olvides asegurar o atar el transportín, pues este también puede moverse y lastimar al perro o a los ocupantes del coche. Coloca en el interior mantas, juguetes o lo que sea que haga que tu perro se sienta tranquilo.
- Arnés o correa que se pueda sujetar al cinturón de seguridad del automovil. Este tipo de artefacto permite que el perro pueda sentarse o acostarse y así viaje más cómodo. Busca arneses que tengan hebillas de metal, pues las de plástico pueden romperse durante una colisión a gran velocidad.
- Si tu coche es de tipo familiar, existen mallas de nylon o de metal que se pueden instalar detrás del respaldo del asiento trasero. Este método permite que el perro pueda moverse libremente en todo el maletero, pero en caso de accidente puede golpearse contra las paredes laterales o puede quedar suelto en la carretera si se rompe el cristal de atrás. También debes fijarte como se asegura la malla al vehículo, pues si no está muy bien sujeta, puede desprenderse en un choque y permitir que le perro caiga sobre los pasajeros que viajan en el asiento trasero.
Cualquiera sea el método que escojas, acostumbra a tu perro a usarlo antes de comenzar un viaje largo, así evitarás disgustos o cambios de planes en el camino.
Una vez en viaje, hay todavía algunos consejos importantes que no debes olvidar.
A los perros les encanta viajar con la cabeza fuera de la ventanilla, pero muchas veces pueden resultar con lesiones en los ojos por basuritas que están en el aire. Viajando a altas velocidades estas se vuelven mini-proyectiles que impactan sobre las córneas de tu amigo.
Es muy aconsejable colocar una medalla en su collar que contenga algún número de teléfono para que sea fácil que te encuentren en caso de que tu perro se extravíe.
Por último, lo más importante; nunca, nunca, nunca dejes a tu perro en el coche si vas a ausentarte por un rato. Un vehículo cerrado durante el verano puede llegar rápidamente a temperaturas de más de 50ºC y convertirse en una trampa mortal. Un perro encerrado en estas condiciones sufrirá con toda seguridad un golpe de calor que resultará en shock, colapso y muerte.
Bueno, una vez que hayas hecho los preparativos necesarios, ya solo te queda disfrutar el viaje y ver como tu mascota se divierte corriendo entre las olas o explorando lugares nuevos.
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